Extraño es el día en el que no desperdiciamos energía de una forma que podríamos evitar. Ya sea en el trabajo, en casa o en las zonas comunes del edificio de nuestra vivienda, usamos más energía de la que quizás necesitáramos. Por eso, la implantación en nuestras vidas paulatina de tecnologías basadas en la eficiencia energética el ahorro y en la utilización de energías renovables puede servir para ahorrar dinero y recursos energéticos.

Para ello, primero se debe hacer un análisis del uso de la energía en la finca o en la vivienda para ver cómo se puede fomentar el ahorro energético en las zonas comunes. Algunos de los principales responsables de gasto quedarán al descubierto, como pueden ser los ascensores, baterías de apoyo y equipos de iluminación exterior, entre otros. Antes de tomar cualquier decisión, Lasser te recomienda que hagas una Auditoría Energética en tu comunidad, en la que nuestros expertos te pueden ayudar.

Paso Previo: Auditoría energética

¿En qué consiste una Auditoría Energética? En un proceso de evaluación de los costes energéticos, ya sean eléctricos (luz, calefacción, ascensores, etc.) donde se tiene en cuenta las fuentes energéticas y el uso que se obtiene.

Para poder obtener un beneficio energético hay que saber el lugar dónde se trabaja, puesto que no hay dos edificios iguales. Esto quiere decir que hacer una inversión en un lugar puede resultar rentable, tras ver variables como el uso, los hábitos de los ocupantes,  pero en otra cambiar calderas, radiadores y ventanas, por ejemplo, puede no serlo a corto plazo.

Pero si hablamos de eficiencia energética tenemos que saber que ésta se calcula midiendo la energía que se ha generado durante un periodo de tiempo en condiciones de vida diarias. De esta forma, se tienen en cuenta los servicios derivados del frigorífico, calefacción, del aire acondicionado etc. Más concretamente el indicador recoge los kilogramos de CO2 dividido entre los metros cuadrados de la casa.

Luego, en la tabla de asignaciones de eficiencia, se le asignará con la letra A puesto que emite menos de 6,8 kg de CO2/m2 al año. Por el contrario, la letra G significa la peor nota con emisiones de 70,9 kg C02/m2 anuales.

Desde el 1 de junio de 2013 las viviendas que están en alquiler o a la venta, deben tener un recurso de eficiencia energética, y si no lo tienen pueden ser multados hasta con 6000 euros en función de las emisiones de C02 que desprendan. Nuestro departamento de electricidad cuenta con ingenieros y personal técnico cualificado para realizarlos, con todas las garantías.

¿De qué manera se puede conseguir la eficiencia energética?

La calefacción siempre ha generado una constante división de opiniones. Por una parte, tu casa siempre suele mantenerse a una temperatura estimable, donde no se pasa frío pero por el contrario es que los propietarios no regulan cuándo quieren ponerla. ¿Qué ocurriría si todos tuvieran termostato? El uso del termostato a la larga es la mejor opción para poder ahorrar, tanto energía como en nuestro bolsillo. Se paga por lo que utilizas. Ahora la tendencia es el uso de una calefacción central pero regulada por un termostato individual en cada vivienda para que así no se pierda tanta energía.

Por otro lado, resulta imprescindible acometer actualizaciones en la red eléctrica y de iluminación del edificio para que a la larga se modernicen las instalaciones y se pueda ahorrar.

La iluminación LED, el paso más “visible”

Esto conlleva una inversión adicional para instalar iluminación LED. El desembolso es menor a las otras reformas que se aconseja hacer y es de efectos más inmediatos. Sobre todo se da en garajes, donde se enciende de forma temporal cuando un detector nota la presencia de una persona o coche, gracias a los sensores de movimiento y a la sectorización del encendido.

Esta solución también es aplicable y recomendable para todas las zonas comunes del edificio con resultados espectaculares de ahorro, de entre un 70-85% y además el ojo humano no nota apenas la diferencia de entrar de la calle, a la iluminación LED ya que ésta minimiza la sensación de visual del cambio.